Por qué Surfear Cambia Tu Vida

Hola, soy Adri.
Si estás leyendo esto, tal vez el mar también te llama… pero no estás segura de si el surf es para vos.
Yo estuve ahí. Y si te soy honesta, lo que más me detenía no era el mar, era todo lo que creía que “debía ser” para merecer una tabla.

Hoy quiero contarte los 5 mitos más grandes que tuve que romper para convertirme en surfista, y cómo cada uno de ellos me enseñó algo mucho más profundo que solo mantenerme en pie sobre una ola.

Mito 1: “El surf es solo para cuerpos fuertes y fit”

Por mucho tiempo pensé que necesitaba tener un cuerpo “perfecto” para siquiera intentar surfear. Pero el mar no te mide por tus abdominales, sino por tu entrega. Aprendí que la fuerza verdadera está en la mente, en la paciencia, y en la conexión con tu cuerpo tal como es. Y que cuando te movés desde el amor propio, el cuerpo responde con magia.

Mito 2: “Es muy tarde para empezar”

Empecé a surfear de adulta, y fue uno de los mejores regalos que me hice.
El mar no tiene edad. Y cada caída, cada intento, se sintió como una celebración de estar viva, no como un juicio. Si vos también sentís que “ya pasó tu momento”, te digo algo con el corazón: el momento empieza cuando decís sí.

Mito 2: “Es muy tarde para empezar”

Empecé a surfear de adulta, y fue uno de los mejores regalos que me hice.
El mar no tiene edad. Y cada caída, cada intento, se sintió como una celebración de estar viva, no como un juicio. Si vos también sentís que “ya pasó tu momento”, te digo algo con el corazón: el momento empieza cuando decís sí.

Mito 3: “Surfear da miedo, es muy peligroso”

Sí, da miedo. Y también da vida.
Aprendí a tenerle respeto al mar, no terror.
Cuando estás bien guiada, entendés cómo funciona el océano, y te conectás con él, ese miedo se transforma en presencia. Y eso —ese estar presente— te cambia la vida.

Mito 4: “Las chicas no se ven en el line-up”

Durante mucho tiempo me sentí “fuera de lugar” en el agua.
Pero eso cambió cuando conocí a otras mujeres que también estaban aprendiendo, cayéndose, riéndose, animándose. Ahora, cada vez que veo a una chica remando hacia una ola, siento que estamos construyendo algo más grande. Una comunidad que se empuja, no que se compara.

Mito 5: “Si no te sale bien al principio, no sos buena para esto”

El surf me enseñó a fallar sin culpa.
No me salió a la primera. Ni a la segunda. Ni a la veinte.
Pero cada vez que volví a intentarlo, algo dentro de mí se fortalecía.
Porque no se trata de ser “buena” para algo.
Se trata de ser valiente para seguir, incluso cuando no sale perfecto.

Bueno ya conociste los obstáculos que debemos enfrentar mientras aprendemos este deporte que sin duda alguna vale la pena atravesar para lograr nuestro objetivo. Ahora te quiero hablar de porque el surf cambio mi vida. Mover mi cuerpo, estar en el mar, tener que concentrarme mientras le remo a las olas son elementos que combinados me traen bienestar pleno.

¿Por qué el surf es tan poderoso para la salud física y mental?

Surfear no es solo un deporte, es una terapia.
En lo físico, activás todo tu cuerpo: fuerza, equilibrio, resistencia, coordinación.
Pero lo más transformador pasa adentro.

💛 Te obliga a estar en el presente.
💛 Te enseña a rendirte ante lo que no controlás (como una ola que no llega).
💛 Y te muestra que sos capaz de más de lo que creías.

Muchas veces llegamos a la playa con la cabeza llena de ruido, dudas o estrés.
Y después de unas horas en el mar, todo se ordena. Todo se calma.
El agua limpia más que el cuerpo: limpia el alma.

No importa si nunca tocaste una tabla, si le tenés miedo al mar, si no te sentís “lista”.
Lo importante es que te des la oportunidad de intentarlo.
Porque detrás de cada mito, hay una verdad esperando a ser descubierta por vos.

Y te lo juro: esa primera ola que logres, aunque sea pequeñita, te va a cambiar la vida.

Con amor y sal en la piel,
Adri

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